Vista desde el mirador de la torre

Abstract

La mayor parte de lo que queda de la Alcazaba de Huéscar corresponde a la antigua torre del homenaje. Se corresponden estos restos con tres de sus caras, las orientadas al Oeste, Sur y Oeste, dando fachadas las dos primeras a la plaza del Santo Cristo, con 12.50 metros de longitud apreciable y a la calle Alhóndiga, con 12 metros. La tercera se encuentra en el interior de una vivienda adosada; de la orientada al Norte no se ha podido comprobar su existencia. Tiene tres plantas sobre la rasante actual de las calles, con una altura total conservada de 10.50 metros. La planta baja está levantada con restos de antiguas construcciones romanas, entre cuyas piedras ciclópeas destacan varias con inscripciones, un gran dintel y un fuste redondo, todo de un gran valor. El resto de las plantas están formadas por muros de tapial. Todos los muros exteriores conservados tienen un grosor de 1.85 metros. Además de lo comentado, quedan restos de murallas y torres de tapial y mampostería de la antigua alcazaba, al Norte de la torre mencionada, en el interior del recinto de la actual plaza de toros. Desde aquí y hacia el Sur, deben quedar bastantes restos de la gruesa muralla, formando parte de las casas que dan fachada a la carretera de la Puebla de Don Fadrique, en cuya intersección se abren los restos de una de las puertas que debió tener la fortaleza, quizás la principal, consistente en un pasadizo inclinado, de 6 metros de longitud y de 2.95 metros de ancho, hoy adintelado y cubierto por un forjado de rollizos y tablazón de madera, pero que conserva en sus paramentos las señales de los apoyos de la bóveda que lo cubriría.