Vista panorámica de la plaza

Abstract

Delimitada al norte por la plaza de san Pedro y al sur por la desembocadura de las calles Dormitorio, Descalzos, Sales y Ferré, Morería y Ortíz de Zúñiga, la plaza del Cristo de Burgos se distingue como un gran espacio abierto en el interior del casco histórico de Sevilla. Su nombre se debe a la Hermandad católica del Cristo de Burgos, cuya se sede se encuentra en la inmediata iglesia de San Pedro.

Se trata de un espacio regular con planta rectangular, dispuesto en dirección norte-sur y abierto hacia la plaza de San Pedro. Edificios residenciales de dos, tres y cuatro plantas enmarcan el espacio central. Existe un cierto equilibrio entre las distintas fachadas, que presentan grandes vanos rectangulares alineados y rematados con barandillas de hierro. Las plantas bajas están ocupadas por los portales de entrada a las viviendas y los garajes, así como algunos locales comerciales. Destacan una rehabilitada casa-palacio del siglo XVII en el frente norte, y el edificio que acoge el Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla en el extremo noroccidental, terminado en 1986 en base al diseño de Gabriel Ruiz Cabrero y Enrique Perea Caveda. Se trata de una construcción con fachada de ladrillo visto tanto en la cara que da a la plaza del Cristo de Burgos como a la calle Imagen. En el lado de la plaza, se abren tres portones de acceso en la parte baja y tres grandes vanos en altura que dejan ver el espacio abierto del patio interior y las cristaleras que cierran las distintas dependencias del Colegio.

En los cuatro lados que flanquean el núcleo central de la plaza del Cristo de Burgos está permitida la circulación de vehículos a motor e incluso el estacionamiento de los mismos, propiciando así el incremento de la densidad del tráfico. El rectángulo que queda en la zona central se encuentra elevado sobre la calzada asfaltada, con un pavimento en el que se combinan ladrillos con azulejos blancos y azules. Grandes parterres longitudinales se distribuyen por el espacio y dan cobijo a arbustos y árboles de gran porte, como plátanos, ficus y palmeras. En cuanto al mobiliario urbano, decir que tanto los bancos, como los faroles adosados a las fachadas, y las propias farolas, son de hierro fundido, en imitación al estilo fernandino. En el centro, se ha colocado un monumento dedicado al guitarrista Manuel Serrapí Sánchez, más conocido como el Niño Ricardo. Otros elementos destacables son el quiosco situado en la zona norte, en la cofluencia con la calle Imagen, y el aparcamiento de bicicletas dispuesto frente a la entrada del Colegio Oficial de Arquitectos.